lunes, mayo 10, 2010

Los comunistas piden ayuda a los religiosos

Por ligia guillen

Hablar sobre el sistema comunista de Cuba o, si se quiere, de la llamada “Revolución” ya no es noticia para nadie, han corrido ríos de tinta y se han gastado toneladas de papel sobre ese tema.
La palabra “Revolución” ha sido gastada por el uso y el abuso que se ha hecho de ella. La Revolución rusa se hizo basada en el mito del socialismo “científico” guida por el marxismo leninismo que dió como resultado el establecimiento de un Estado militarizado dueño de todo, del partido único y las organizaciones populares represivas mas refinadas y crueles de la historia.
Todo esto para asfixiar la vida socio-política ciudadana, rezagar el desarrollo tecnológico, cosificar al hombre, sojuzgar países y pueblos que bajo su control se pauperizaron a la velocidad del sonido de sus consignas. La Revolución de Nicaragua nació bajo su sombra y la mentoría de Fidel Castro, otro satélite de la era comunista soviética.
Con mucho dolor hay que reconocer que el mal que han hecho las dictaduras militares en nuestros países no sobrepasa a lo que han hecho los comunistas de nuevo cuño de Cuba y Nicaragua. No queda mas que darnos cuenta de que estas dos llamadas revoluciones cubana y nicaragüense son un mito, una leyenda, un fantasma, como lo intuyó Marx.
Y todos hemos caído en el engaño de llamar “revolucionarias” a esas vulgares dictaduras militares manejadas por Castro y Daniel Ortega que gobierna por decretos. En nombre de la “Revolución” Castro ha dicho y hecho las cosas mas contradictorias, no sólo del espíritu de una revolución social verdadera que beneficiaría a un pueblo, sino contra el sentido común.
Una vez más vemos que ese régimen auto declarado marxista-leninista desde sus inicios ahora pide ayuda a las organizaciones religiosas cubanas, según informó la agencia Prensa Asociada. De un hecho similar no se conoce un antecedente igual en la historia.
Después de 50 años en el poder, el régimen comunista cubano apela a las organizaciones religiosas –que fueron perseguidas con furor hace no muchos años, incluyendo a los católicos- para que ayuden a mejorar al “hombre nuevo hijo de esa Revolución.”

Todos sabemos que los comunistas, son los mas serios rivales de la religión y particularmente de la religión cristiana, porque ésta, particularmente, es la que ofrece la redención y salvación en el marco de una concepción coherente del mundo, lo cual establece un vínculo firme en la comunidad social humana.
Tal iniciativa pone de manifiesto que las nuevas generaciones de la Isla acostumbradas a tener techo, comida, poca pero comida al fin, escuela, etc. (no vamos a decir que esas dádivas permiten a los cubanos vivir dignamente) pero si a que se hayan acostumbrado a no tener que trabajar para conseguir esas migajas.
La única fuente de trabajo en Cuba es el gobierno y paga un salario promedio de $20.00 dólares al mes, lo que provoca ausentismo endémico ya que no hay incentivo para cumplir sus oblegaciones. Las agencias de noticias con frecuencia informan de que muchos trabajadores estatales roban comida, artículos de oficina y toda clase de cosas y bienes para venderlas en el mercado negro.
En Cuba, en muchos casos se congratula al que sabe engañar para conseguir algo o tiene inventiva para negocios turbios que le ayuden a llenar las necesidades básicas insatisfechas, llegando en casos a alquilar el propio cuerpo para conseguirlo. He conocido cubanos llegados de la Isla que se horrorizaron cuando se dieron cuenta de que aquí hay que pagar una renta y trabajar también para comer. Y se han regresado al poco tiempo de llegar.
Como dice la noticia de la AP, la funcionaria cubana encargada de los asuntos religiosos se refirió al tema de esta manera: “Tenemos el deber de continuar trabajando por el respeto a la legalidad, que permita que los creyentes cubanos sean parte de los esfuerzos que libramos contra la vagancia, las actividades corruptas o propiciatorias de indisciplinas sociales y la corrupción.”
Es decir, los grupos religiosos que durante años fueron perseguidos, reprimidos, obligados a practicar su fe como lo hacían los cristianos en las catacumbas, ahora tienen que sacar las castañas del fuego a los hermanos Castro.
Esto nos demuestra que el Estado comunista reconoce que ha fracasado en su intención de formar una juventud con valores. Porque los valores revolucionarios que han enseñado durante más de cinco décadas son inútiles para sacar adelante a un país en ruinas y desacreditado internacionalmente. ¿Qué pasó con los proclamados “ valores comunistas”?

Cabo Coral, península de La Florida
Mayo, 2010

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