lunes, diciembre 14, 2009

ENCUENTROS DE EMIGRADOS CUBANOS . HACIENDO HISTORIA

Saludos para todos. Lorenzo Gonzalo

Encuentros de emigrados cubanos, haciendo historia

Por Lorenzo Gonzalo, 10 de Diciembre del 2009



Hablando del encuentro entre emigrados cubanos y dirigentes y funcionarios del gobierno de Cuba que tuvo lugar en el año 1978, mencionábamos las circunstancias que lo propiciaron.



Por un lado el proceso de acomodamiento político que se había producido en Miami, desde la llegada de los testaferros, criminales de guerra de la dictadura de Batista y viejos representantes del estatus previo al triunfo revolucionario insurreccional y las otras personas que, habiendo participado en la lucha contra aquel estatus socio económico y político, se habían desprendido del proceso como consecuencia de las complejidades inherentes a los mismos en aquellos tiempos.



Aparejado con ese acomodamiento, se había acumulado un potencial de emigrantes entre 1972 y 1978, como resultado de la falta de medios orientados a tales menesteres. Junto a este acumulado existían además más de tres mil prisioneros políticos contrarrevolucionarios, recién puestos en libertad y con escasas probabilidades de integrarse a la vida de un estado que les resultaba ajeno y al que habían combatido con la violencia de las armas y el terror.



Sumado a lo anterior, una nueva Administración resultó electa en Estados Unidos para el período 1976 – 1980 que de inmediato mostró su intención de cambiar la política exterior tradicionalmente agresiva de las anteriores Administraciones respecto a la Isla. Se trataba de la Administración de Jimmy Carter.



Aquel proceso de conversaciones con los emigrados convergió con un instante de maduración que facilitaba intentar al menos, un acercamiento con emigrados cubanos representativos, capaces de separar la política y la ideología, del tema orientado a la búsqueda de una normalización migratoria.



Lamentablemente el proceso se vio interrumpido por sucesos imprevistos, pero que han sido habituales en el desarrollo histórico de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.



En medio de las conversaciones con Estados Unidos, un ómnibus urbano en La Habana, fue secuestrado y conducido a la Embajada de Perú. Al estrellarse contra el muro y bajarse sus ocupantes, ocurrió una balacera donde un agente del orden resultó muerto. Inmediatamente se reforzaron las entradas del recinto por las autoridades cubanas. El gobierno peruano presentó sus quejas por el reforzamiento de la seguridad en su Embajada de Cuba. Como respuesta, Fidel Castro señaló que si el Presidente peruano insistía en la idea de que se retirara la guarnición del inmueble diplomático, el gobierno cubano procedería, no sin antes advertirle al mandatario peruano de las graves consecuencias que eso podría acarrear. Perú insistió y las postas se retiraron. Inmediatamente oleadas de cientos y miles de personas comenzaron a ingresar al recinto y el gobierno peruano se vio ante la necesidad de pedir cooperación para resolver la crisis. El gobierno cubano accedió a otorgar salvoconductos a las personas asiladas en la Embajada de Perú a cambio de que el gobierno del Perú les concediera visas que les permitieran a las mismas abandonar el territorio cubano. En medio de esta crisis, Jimmy Carter declaró que estaba dispuesto a abrir sus brazos a todas las personas que no pudieran ser asimiladas por Perú. Esta actitud fue asumida como una ingerencia en los asuntos internos de una crisis que desde sus comienzos había sido manipulada con intenciones de desacreditar al gobierno cubano. Cuba respondió diciendo, que si el gobierno estadounidense optaba por semejante respuesta y la presente Administración se adhería a dicha fórmula, como manera de resolver la cuestión migratoria entre Estados Unidos y Cuba, habilitarían de inmediato el puerto de Mariel para que las personas que quisieran salir pudieran hacerlo. El gobierno cubano autorizó que los familiares residentes en Estados Unidos, que desearan recoger a sus familiares en Cuba, podrían hacerlo y recibirían permiso para ingresar a dicho puerto.



A partir de ese instante el proceso de normalización de las relaciones entre ambos países y los contactos con emigrados cubanos para recomponer las regulaciones migratorias abandonadas por motivos de seguridad en años anteriores, quedaron interrumpidas.



No obstante permanecieron vigentes ciertos acuerdos migratorios y se continuaron pequeños contactos con algunos de los emigrados que participaron en los primeros encuentros del año 1978.



Las conversaciones migratorias iniciadas con la Administración Carter y los pocos procedimientos establecidos con el objetivo de viabilizar una emigración ordenada, se interrumpieron nuevamente en 1985 cuando bajo la Presidencia de Ronald Reagan, se fundó en Washington Radio Martí. Dicha emisora estaba constituida por personas de origen cubano que proclamaban el derrocamiento del gobierno de Cuba y su fundación significaba una clara provocación a Cuba por parte del gobierno estadounidense.



Nuevamente un acumulado de potencial migratorio tuvo lugar durante la década de los años 80 y un bajo nivel de contactos entre funcionarios del gobierno cubano y los emigrados que deseaban normalizar sus relaciones migratorias con el país.



Es precisamente, dentro de estos vaivenes que han caracterizado la normalización con los emigrados por un lado y las relaciones entre Estados Unidos y Cuba que ocurre la desintegración del Bloque Soviético a fines de esa década de 1980.



El comienzo de los noventa abre una nueva puerta, no sólo para rescatar las conversaciones con la emigración cubana, sino para reordenar el pensamiento crítico de las personas concientes de la necesidad de cambiar las infraestructuras socio - económicas y políticas que el proceso soviético no había logrado hacer.

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