domingo, septiembre 06, 2009

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE CUBANO

PUBLICADO POR: José Marcelo Sánchez
La importancia de llamarse… ¿cubano?

Publicado el 4 Septiembre 2009 en Margarita Alarcón Perea, Opinión

Tomado del Huffington Post
Traducido por Geleny Ramos, de Cubadebate

En la tarde del 3 de septiembre del 2009, la OFAC (Oficina de control de bienes extranjeros) finalmente publicó la versión de la enmienda sobre las regulaciones y los controles de bienes para Cuba que permitirá que se implemente la iniciativa del Presidente, emitida el 13 de abril, para “tenderle una mano al pueblo cubano”. Concretamente esto quiere decir que las leyes y regulaciones establecidas desde el 2004, por el Presidente George W. Bush, ya no son válidas. [1]

Historia pasada

Durante su presidencia y luego de refrendar la Ley la Helms-Burton[2], el Presidente Clinton tuvo la iniciativa de estrenar lo que algunos suelen calificar como “tendencia”. Estableció una política de “pueblo a pueblo” que permitía a ciudadanos de los EE.UU. fuesen cubanos o no, que viajaran a la isla a través de todo tipo de licencias.

Estas abarcaban un espectro que iba desde las artes y la cultura, la academia, y prácticamente todos los terrenos de las ciencias hasta por supuesto los viajes familiares y humanitarios. En general el objetivo era “ayudar” al pueblo cubano a entender mejor cómo funciona una “democracia” verdadera dándoles una oportunidad de intercambiar con ciudadanos de los EE.UU. Al final de la jornada, si omitimos cualquier concepto de estrechez mental paternalista, la idea no era mala.

Esto no quiere decir que Cuba o su pueblo realmente tengan mucho que aprender de los EE.UU., ni de cualquiera en materia de democracia, pero estoy segura y sé que muchos estarían de acuerdo conmigo en lo siguiente: cualquier tipo de intercambio entre los pueblos siempre es un paso hacia el camino correcto.
El proyecto iba bastante bien hasta que, de repente, un grupo excelso de legisladores dentro de la comunidad cubano-estadounidense del sur de la Florida y New Jersey, conjuntamente con otros legisladores cubanos de menor categoría, instaron al presidente W. Bush a que eliminara estos intercambios de un plumazo.

Pero el entonces presidente se pasó de listo y se atribuyó el derecho a – bien, no lo hizo él solo – redefinir el concepto de “familia”. Y fue así que desde el año 2004 hasta el día de hoy, la familia cubana quedó reducida a padres, hijos, cónyuges, y hermanos y hermanas, y todo lo demás: áreas verdes.

La historia se puso peor aun. No solo se restringió el concepto de familia, sino que también se le puso límite al tiempo de permanencia en la Isla, a las veces que se podía venir incluyendo cuánto dinero se podía gastar y cuánto se podía enviar. Solo se podía viajar una vez cada tres años y permanecer no más de 15 días. No se podía gastar más de 100 a 150 dólares al día, incluyendo todas las comidas, el transporte y el hospedaje.

Estos “castigos” económico y de horarios tenían dos objetivos: primero, impedir que el gobierno cubano recibiera divisas, y segundo, obligar al pueblo a rebelarse. El primero tiene cierto grado de sentido, el segundo no tanto. La administración Bush estaba como esperando que los cubanos en la Isla se rebelaran contra su gobierno, porque una administración de EE.UU. le tenía tanto odio al gobierno cubano que estaba dispuesta a castigar a los ciudadanos cubanos. Eso no tiene mucho sentido, pero puedo estar equivocada.

Y llegamos a este punto de hoy, donde el Departamento del Tesoro finalmente logró que su OFAC publicara el informe que dicta las nuevas regulaciones para eliminar aquellas restricciones, y bueno, son una versión mejor o un mal menor.

Aun así, hay algo que falta. Es cierto que el concepto de familia cubana se ha ampliado y que los viajes serán mas a menudo y que el flujo del poco dinero que se podrá enviar en un mundo que cada vez cae más en crisis económica podrá llegar a las costas cubanas, pero, ¿y que hay de la otra familia? ¿Qué hay del hecho que los cubanos y los estadounidenses están “emparentados” de una u otra manera desde antes del siglo XIX? [3], [4] ¿Y que hay de amistades que se han establecido desde entonces y hasta la fecha? ¿Y de las nuevas relaciones que están por nacer? ¿Qué tal si reunimos a todos los de ambas naciones y hacemos una reunión de barrio para discutir entre todos e intercambiar entre todos los temas de real importancia para los 350 millones de allá y los 11 millones de aquí?

¿No les parece que eso valdría la pena? Vale, algo tumultuoso, pero en fin.

Los gobiernos de Cuba y de los EEUU tienen un historial largo de conflicto, tanto físico como verbal. Esa es la parte de la historia que repite todo el mundo a toda hora, pero esos dos pueblos tienen también otra historia que los une. En los campos de la medicina, la ciencia, la agricultura, la arquitectura, la lista es tan larga que mete miedo. Las colaboraciones entre ambas naciones serían formidables en la actualidad, sobre todo cuando Cuba está abierta al diálogo respetuoso y Estados Unidos parece estar dispuesto a ello. El contacto entre ambos pueblos es igualmente importante, si no más, llámese uno cubano o no.

[1] http://www.federalregister.gov/inspection.aspx
[2] http://www.globalexchange.org/countries/americas/cuba/uscuba/HelmsBurton.html
[3] Henry Reeve nació en Brooklyn, Nueva York, en 1850. A los quince años, demasiado joven para alistarse en el Ejército, se incorporó sin embargo al Ejército de la Unión como tambor de un batallón. Tres años más tarde, se enroló en una expedición a Cuba para unirse a los patriotas cubanos que luchaban contra el ejército español. En su primera batalla, Reeve y otros rebeldes fueron capturados y ejecutados por un pelotón de fusilamiento. Milagrosamente, el “Brooklynite” sobrevivió a sus heridas, fue rescatado por los rebeldes cubanos, y se unió a su lucha. Cuando murió en pleno fragor de la batalla, era ya General de Brigada del Ejército Libertador. Hoy en día casi nadie en los Estados Unidos sabe quién fue Henry Reeve, pero casi todos los cubanos conocen su historia y lo admiran. Reeve es conocido en Cuba como “el inglesito” porque hablaba el idioma Inglés.
[4] http://www.damisela.com/literatura/pais/cuba/autores/marti/proceres/whitman.htm .José Martí, una las figuras revolucionarias y literarias más importantes de Cuba, presentó a su amigo Walt Whitman al mundo literario de habla española a través de artículos sobre el poeta y traduciendo personalmente sus obras.


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