miércoles, enero 07, 2009

LO FELIZ EN LA NUEVA PROPUESTA DE ENMIENDA

Desde Venezuela



LO FELIZ EN LA NUEVA PROPUESTA DE ENMIENDA




ELIGIO DAMAS




Como es del dominio público, el presidente ha propuesto, según texto publicado por los diarios, “extender el derecho de libre postulación a todos los cargos de elección popular, como gobernadores, alcaldes y diputados”.
Casi al mismo tiempo, la Asamblea Nacional, con el voto de la llamada “bancada oficialista”, extendió el mandato por el año 2009, a su directiva. Así, Cilia Flores y Saúl Ortega, Presidente y 1er. Vicepresidente respectivamente, militantes del PSUV, continuarán acompañados por José Albornoz, del PPT, como 2do. Vicepresidente.
No es desacertado pensar que ambos acontecimientos están profundamente enlazados y revelan hitos importantes y frescos en el manejo de la política de aliados en el frente del cambio y, además, una muestra afortunada que empezamos a reestrenar un estilo coherente con el espíritu revolucionario.
Quien esto escribe, a las pocas horas de conocerse los resultados del 23N, planteó en artículo titulado “Vacilar es Perderse”, que había llegado el momento de presentar la Enmienda que condujera a la postulación sin limitaciones de la candidatura a la presidencia de la República. No consideramos que se extendiese a otros cargos por razones de distinto orden. Pero en ningún momento descartamos la validez de esa aspiración. Decimos esto, para dejar constancia de nuestra posición antes que ese debate se hiciese público.
Poco tiempo después, el presidente, mediante un procedimiento que nos pareció el menos afortunado y si cargado de omisiones, hizo la proposición que muchos venezolanos asumimos. Incurrimos en el error de obviar la crítica a nuestras conductas, el mismo que Fidel Castro reconoce ante Ramonet, como una de las debilidades del proceso cubano.
Las elecciones del 23N, dejaron en claro algunas enseñanzas. Se mostró una vez más, que si no manejamos acertadamente, con amplitud y oídos abiertos, las relaciones con nuestros aliados y una importante masa de venezolanos, se corre el riesgo de perder significativos respaldos. No se trata de legalizar políticas de cambalache, condicionamientos pecuniarios o algo como de reparto de botín, sino de establecer el diálogo fecundo para arribar a acuerdos dentro de la ruta revolucionaria.
Presentada la proposición presidencial, relativa a la postulación indefinida, sometida a primera discusión en la Asamblea Nacional, culminada la primera etapa de la recolección de firmas, no se habían tomado en cuenta las opiniones del PPT y PCV, de extenderla a los otros cargos de elección popular; sobre todo, cuando el segundo de los partidos nombrados, la había manifestado en términos que sugería un nuevo rompimiento. Hasta el estilo utilizado por Uzcátegui, dirigente pepetista, no parecía querer dejar dudas sobre eso.
Esto no implica una censura al personaje mencionado, pues su derecho le asiste, y porque uno no tenía motivos para desconocer la validez de su proposición, salvo el temor que un agregado al original, se desatase en un empapelonamiento similar al del 2D.
Formulada esta nueva propuesta, presentada por el presidente y casi al alimón con el general Muller Rojas, Vicepresidente del PSUV, por pensar en lo injustificado de nuestro temor, la celebramos como acertada. Primero porque no hay razones para no hacerlo. Hasta la oposición, en los primeros momentos, aunque ahora aparezca diciendo lo contrario, lo que es un hábito, criticó a Chávez que pidiese para él lo que negaba a otros funcionarios con igual derecho. También porque es obvio que esta nueva proposición, en cierto modo, complica el juego a los adversarios del gobierno.
Además, acaba de suceder algo digno de celebrar en el campo revolucionario. Lo que pudo ser un nuevo gesto que cerraba las comunicaciones entre los revolucionarios, se revisa y opta por manejar con ponderación, atendiendo al interés del proceso histórico y fortalecimiento de los lazos de unidad entre sus integrantes. No hay duda que estamos como rescatando un principio.

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