miércoles, noviembre 26, 2008

VACILAR ES PERDERSE. LLEGÓ LA HORA DEL SI.

Desde Venezuela


VACILAR ES PERDERSE. LLEGÓ LA HORA DEL SI.




ELIGIO DAMAS






Vacilar es perderse
Simón Bolívar

El refranero popular dice “a lapa madrugadora, perro que duerme en la cueva”.
La cita del refrán viene a cuento para llamar la atención al factor revolucionario acerca de cómo el opositor, no bien ha culminado el acto electoral, cuando todavía no se han proclamado la mayoría de los electos, empieza a armar sus piezas y redefinir lo que será su conducta y táctica de ahora en adelante.
Su objetivo sigue siendo sacar a Chávez de Miraflores por cualquier medio. Sólo que procura convencerse y convencer a los suyos que para eso se le ha abierto la puerta electoral. Julio Borges, alto dirigente de Primero Justicia, grupo de poca significación cuantitativa en el espectro opositor, ha sustentado, con un galimatías, como el de “podemos, por la vía democrática, deshacernos de un gobierno que no es democrático”, la tesis de prepararse para venideras elecciones.
Henry Ramos Allup, de quien ya uno no sabe a que grupo o partido pertenece, sólo podemos asegurar que está en la derecha, ha llamado al inicio de una cruzada contra la posibilidad de una enmienda constitucional que permita a Chávez postularse para unas nuevas elecciones por la presidencia.
Ambos planteamientos están íntimamente vinculados y rebelan como la oposición, por aparentes caminos diferentes, desde trincheras que parecieran separadas, pero comunicadas y hasta unidas por el común rechazo y hasta odio al presidente, está buscando definir desde ya una conducta común para las jornadas inmediatas.
Para Borges, el gobierno no es nada democrático, pese a que están “celebrando”, como alborozados, un extraño triunfo electoral que les redujo el número de gobernaciones y alcaldías que en sus manos tenían. Si aquí no hubiese democracia y en Miraflores estuviese un dictador, no habría elecciones ni ganadores del bando opositor.
El planteamiento del anteriormente mencionado tiene una doble intención, alentar a sus seguidores a redoblar el esfuerzo contra quien o quienes les amenazan, según sus febriles imaginaciones, de arrancarles todo lo que tienen y continuar fortaleciendo la matriz de opinión, según la cual todo lo que el gobierno haga es ilegal, aunque esté atornillado a los preceptos constitucionales. Y esa imagen está particularmente dirigida contra todo intento de enmienda constitucional que permita reelegir al presidente.
Ramos Allup, como lanzador que siempre viene por el medio del plato, planteó el asunto, apenas las máquinas habían transmitido los últimos datos electorales.
No hay ninguna norma que impida que el presidente o cualquier grupo de ciudadanos, solicite la apertura de un proceso que conduzca a una reforma de la Carta Magna. Solicitarla es un proceder democrático, valedero y en consecuencia legal. A lo que estamos obligados es cumplir con lo previsto en la Constitución misma, que termina con un referéndum para que el pueblo, la población votante, se pronuncie acerca de la solicitud.
Pero desde que se habló de este asunto, mucho antes que el presidente presentase la Reforma Constitucional del año 2007, la oposición y sus poderosos medios de comunicación, se dedicaron a vender la idea que eso es caca o aberrantemente ilegal. Por esta vía, nunca en la vida, se podría solicitar reformas de una constitución, la vigente, la misma que la oposición, desde su nacimiento, consideró mal parida. Ahora la quiere inmaculada, inmutable y virginal.
Además es larga la lista de países con constituciones que ellos siempre han admirado, como en España, Francia, Inglaterra, etc. donde, los presidentes y primeros ministros pueden postularse cuantas veces quieran
Todo eso enseña además que la oposición cree en la posibilidad de derrotar al chavismo o Chávez, el dictador, por la vía democrática, pero solamente si este no compite en la contienda electoral. Y aquello empieza por calificar al presidente de dictador e ilegal todo lo que intente. Eso explica el galimatías de Borges. De lo que se trata es defenestrar y limitar los derechos del actual presidente y a todo aquel que aspire dentro de los preceptos legales. Y eso, si es una actitud antidemocrática
El complemento de esta estrategia que se está delineando, es convencer a su gente, a quien antes llamaban a guarimbear y conspirar, porque aquí no hay democracia – Borges insiste en afirmarlo- es que se prepare al combate electoral y, para su mayor entusiasmo, quieren garantizarle que no enfrentarán al gorila que habita Miraflores. Todo eso parece una contradicción o simplemente un disparate, pero es la más pura realidad.
Esto explica el esfuerzo en presentar al país y al mundo que debe apoyarles, la imagen que acaban de obtener una victoria rotunda; pese a que los números absolutos y el destino de los cargos que fueron a elección digan todo lo contrario. Es la manera que han encontrado para neutralizar todo el empeño anterior de tumbar al gobierno por la vía violenta y entusiasmar a su gente por la vía electoral. Uno debe reconocer que eso es bueno y ojalá no sea un sueño.
Lo malo de todo eso es pretender convencer a sus potenciales partidarios que todo intento de reforma a la primera Ley de la República, aunque se cumplan las formalidades en ella misma dispuestas, es ilegal. Pues podría llevar al país a nuevas confrontaciones violentas, guarimbas y un regreso a promover golpes e invasiones.
Por todo esto abrimos con el refrán popular. Las fuerzas del cambio no pueden eludir el debate, callar mientras la oposición se atraganta de palabras. Ni perder el tiempo en la búsqueda de presuntos culpables. Hay que fortalecer en las mayorías la verdad; que está en la legalidad pedir reformas a la constitución y eso incluye permitir al presidente que se pueda volver a postular. Y que por encima de todo, decidir ese asunto no corresponde las macoyas o cogollos, sean de oposición o gobierno, sino al pueblo soberano mediante una consulta electoral.
“A lapa madrugadora, perro que duerme en la cueva”.

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