martes, enero 29, 2008

MISTERIO EN LA CARRETERA

ENVIADO POR NR
PUBLICADO POR HECTOR GARCIA SOTO
Subject: Fw: Misterio en la carretera HABANA-PINAR DEL RIO
(24/12/07)Date: Mon, 28 Jan 2008 03:17:13 +0000

Sunday, January 27, 2008 11:32 AM> Subject: HABANA-PINAR DEL RIO

Recibido de Cuba> > > > Asunto: Misterio en la carretera de HABANA-PINAR DEL RIO. Fecha: Sun, 24 Dec > 2007 15:37:42 - 0300

Esto sucedió hace poco y parecería extraído de una de las películas de > suspenso de Alfred Hitchcock. El lugar, carretera de La HABANA-PINAR DEL RIO .

El suceso fue el siguiente: Un hombre estaba parado a la orilla de la > carretera, en medio de una oscura y tenebrosa noche, en espera de un transporte > para llegar al poblado de La Palma, distante a unos 2 km. Mientras, caía un > fuerte aguacero en la zona. Pasó el tiempo pero nadie paraba. > La lluvia era tan fuerte que apenas se alcanzaba a ver a unos 3 m de > distancia. De repente vio como un extraño carro se acercaba lentamente. > Finalmente se detuvo. > > El hombre, por lo precario de su situación, sin vacilar se subió al carro y > rápidamente cerró la puerta. Volteó y se dio cuenta con horror y> asombro de que nadie iba manejando el carro. El vehículo arrancó suavemente. > El tipo miró hacia la carretera y vio aún más aterrado que más adelante había > una curva. Asustado, comenzó a rezar e implorar por su salvación al advertir > su trágico destino. El tipo no había terminado de salir de su espanto cuando, > justo antes de llegar a la curva, entró una mano tenebrosa por la ventana del > chofer y movió el > > timón lentamente pero con firmeza. Paralizado de terror y sin aliento, cerró > sus ojos, se aferró con todas sus fuerzas al asiento, e inmóvil e impotente vio > cómo sucedía lo mismo en cada curva del tenebroso y horrible camino, mientras > arreciaba la tormenta. > El pobre tipo, sacando fuerzas de donde ya no quedaban, se tiró del carro y se > mandó a correr hasta el poblado más cercano, deambulando, todo empapado, hasta > encontrar un local donde sonaba música de Polo Montañés. Entró y pidió una > botella de Guayabita del Pinar y temblando aún les empezó a narrar a los > presentes, cinco hombres y una mujer, la horrible experiencia que acababa de > vivir. Se hizo silencio, tal era el asombro de todos. El miedo y la zozobra > asomaron por todos los rincones del lugar. El tipo apuraba cada trago de ron, > logrando bajarse ½ botella en apenas 3 minutos. > > Al rato todos ven con estupor llegar y detenerse el carro sin chofer; acto > seguido entran dos morenos empapados por la lluvia y uno le dice al otro: > --"Eh, mira, Beto... ahí tenemos al maricón pinareño que se subió al carro > cuando lo veníamos empujando.">

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