jueves, octubre 18, 2007

POR ENCIMA DE LA OPINION DEL PUEBLO, ¡NUNCA!

Por encima de la opinión del pueblo, ¡nunca!
jueves, 18 de octubre de 2007

Félix Sautié Mederos
DESDE CUBA

En Cuba el debate en las bases del país ha culminado exitosamente a pesar de los silencios culpables que lo han ignorado todo este tiempo, lo cual estoy seguro que pesará en muchas conciencias; sobre todo cuando la dialéctica de la vida deje atrás a los inmovilismos y los oportunismos que plantean que no se necesitan cambios, reformas ni perfeccionamiento para salvar las esencias básicas del Socialismo. De un verdadero socialismo que nunca se ha llegado a construir hasta ahora en ningún lugar del planeta y hacia el cual deberíamos avanzar con decisión y sin perder tiempo alguno.
Los que se han solazado durante años con las ideas de un socialismo que lo centralice todo sin libertad de expresión ni de conciencia; y que como consecuencia de sus criterios, se han desligado decisivamente de la opinión del pueblo, deberían unirse a la acción participativa dejando atrás los viejos hábitos y las viejas concepciones que han demostrado su ineficacia para construir una sociedad verdaderamente más justa. Sólo el pueblo mediante un consenso de conciencia, sin condicionamientos ni fuerzas que intenten doblegarlo, es quien en definitiva podría construir el verdadero socialismo democrático y participativo, capaz de hacer valer los principios de equidad distributiva, justicia social, amor y paz que tanto necesitamos los seres humanos en sentido general; porque nos negamos a la autodestrucción de la especie humana y del universo a que estamos abocados por las desigualdades, injusticias, guerras e inconsecuencias que pujan por imponerse en todo el mundo. Por eso lo decisivo sería fortalecer la esperanza y la libertad para actuar con los razonamientos de conciencia a favor del futuro. Esto es muy importante, en especial con las nuevas generaciones que son las dueñas de su futuro.
Ver los problemas con una visión parcializada de la realidad, a partir de estrechos intereses grupales sin abrirse definitivamente hacia lo humano con un criterio holístico, constituye una posición en extremo negativa que se prestaría a mayores errores estratégicos capaces de empeñar el futuro que todos tenemos por delante.
Además, los que han pretendido hacer del socialismo una sociedad sectaria y ajena a la espiritualidad humana, tampoco podrán influir desde su aislamiento sectario (y valga la redundancia) con el futuro de un socialismo verdaderamente participativo. Los que desde un signo u otro, por diversos medios y vías, muchas veces encontrados y otros concurrentes, han negado toda posibilidad de espiritualidad al socialismo y han hecho del control de las conciencias, de los sentimientos humanos y religiosos de la población un objetivo de la sociedad socialista, posicionándose contra natura, ahora no tienen nada que decir. Porque una cosa son los que en nombre de sus ideas religiosas han adoptado posiciones de derechas y anti populares y otra cosa son los sentimientos de los feligreses y de las doctrinas religiosas, así como la necesidad espiritual de que las personas públicamente en sus iglesias y comunidades puedan ejercer sus cultos y actividades espirituales sin condicionamientos ni prejuicios extemporáneos. También debería asegurarse que las Iglesias tengan el debido acceso a los medios de comunicación social y dentro de los marcos de la Ley, además de la educación laica y básicamente obligatoria para todos que es responsabilidad ineludible del Estado, puedan ejercer sus actividades propias de educación con los hijos de quienes así lo deseen libremente. En el socialismo del futuro, todo eso tendrá que cambiar y los prejuicios que tanto daño han hecho habrá que erradicarlos totalmente. Porque, por ejemplo, un verdadero socialismo y un verdadero cristianismo siempre son coincidentes. El cristianismo junto con las religiones de origen africano y el sincretismo que de ambas han surgido, forman parte esencial de la nacionalidad cubana; y en esto el verdadero socialismo nunca debería actuar de forma forzada, sino que debería ser un verdadero facilitador de que las conciencias decidan sin condicionamientos externos de ningún tipo. Todo lo cual convierte en extemporáneos los controles de culto siempre y cuando éstos respeten el derecho ajeno.
Si buscamos en los Evangelios, no podríamos encontrar ni un solo concepto a favor de los que acumulan riquezas y esa contraposición que algunos han creado artificialmente entre socialismo y cristianismo, se demostrará que tiene otros fines distintos a los que ellos han anunciado.
También debo añadir que en las asambleas el pueblo ha expresado los problemas que durante años no han sido tomados en cuenta y el consenso es a favor de resolverlos para evitar que la sociedad cubana se derrumbe; porque si se derrumbara, la restauración de los sistemas anteriores a 1959 a partir de un capitalismo feroz, podría convertirse en una tragedia humanitaria de proporciones incalculables. Quizás ahora después de este balance habría que revisar los silenciamientos a que ha estado sometida la crítica, junto con las desautorizaciones pontificales contra los que se han atrevido a expresar los problemas. Habría que lograr que funcione una verdadera libertad de expresión que permita que los problemas se debatan sin que se apliquen calificativos despectivos e insultantes a quienes los planteen, a los efectos de que se analicen objetivamente los contenidos con respeto a las personas que los expresan, aun y cuando estén equivocados, porque en estos casos lo que se corresponde es el análisis civilizado y profundo, así como el razonamiento que se encamine a alcanzar la verdad por la vía de la verdad y nunca por la fuerza.
En medio de todo esto existe un peligro latente y es que se pretenda buscar soluciones a partir de los viejos métodos centralizados e inconsultos, que lo único que podrían lograr es que la población se sienta ajena de estas soluciones y que la esperanza sea perdida definitivamente con resultados incalculables. También habría que evitar que los estamentos burocráticos intenten la mediatización de las soluciones a favor de sus intereses centralizadores.
Por otra parte, en mi criterio habría que pensar que de los problemas no se saldrá únicamente con grandes megaproyectos, los que pueden ser muy importantes pero que nunca podrían resolverlo todo. La solución del conjunto de errores y dificultades a que nos enfrentamos, es algo mucho más integral, que requiere una acción de múltiples poquitos en calidad y cantidad que deben irse instrumentado en la medida que se vayan haciendo realmente factibles, en movimiento permanente y en dirección positiva.
La dialéctica del movimiento de la vida es una realidad incontrovertible que aunque se niegue y se trate de forzar, siempre va a transcurrir. Un problema fundamental de gobernabilidad de cualquier sociedad humana, es tener muy en cuenta este movimiento y abrirle paso a la vida y a la renovación. A su renovación permanente, pues desde que el mundo es mundo se ha venido produciendo sin interrupción y sin que nadie, ni grupos sociales por muy grandes y poderosos que fueran ni individualidades hayan podido frenarlo. Abrirle paso a lo que nace y a lo crece, es siempre lo más sabio que los seres humanos han podido hacer. Para que las ideas se perpetúen es imprescindible tener y practicar mucha confianza en las generaciones que vienen detrás. Hacer que el bastón circule al igual que se realiza en las carreras de relevo. Esto último lo pienso con mayor fuerza en la medida que me pongo más viejo y vivo más, porque yo nací en 1938.
En estas circunstancias y en estas coyunturas todo lo que se haga, estoy de acuerdo en que debe ser muy bien pensado y que las cosas de muchos años no se podrán resolver de una día para otro, sino con una estrategia de corto, mediano y largo plazo, pero de forma sistémica y en movimiento permanente sin restricciones centralizadoras. Esto, además, nos haría más fuertes e invulnerables frente al bloqueo y sus intereses anexionistas.
Por encima de la opinión del pueblo y de los sentimientos del pueblo que en una gran mayoría incluyen su religiosidad, su cristianismo y su sincretismo: ¡NUNCA!
En estas coyunturas de forma recíproca, es necesario que resurja con fuerza la esperanza de que sí se puede; además de otorgarle confianza y apoyo a la Dirección que ha convocado el debate, para que pueda instrumentar el proceso participativo dirigido a actuar decisivamente en las soluciones a marcha forzada, porque el tiempo que queda es muy poco para comenzar a concretarlo todo. Así lo pienso y así lo expreso a plena responsabilidad.

E- Mail: fsautie@yahoo.com Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

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