sábado, agosto 25, 2007

CARACTERÌSTICAS DE LA DISCUSIÒN CONSTITUCIONAL EN VENEZUELA

CARACTERÌSTICAS DE LA DISCUSIÒN CONSTITUCIONAL EN VENEZUELA
Eligio Damas

Hay una tendencia que, como ya planteamos en otra entrega, hará lo posible para se dé un debate interminable. Esto ya se explicitó en el primer debate en la Asamblea Nacional en el discurso de Ismael García, de PODEMOS. No obstante, es posible adelantar que dicha estrategia parece muerta al nacer. Lo llamativo de esta posición es que la asumen quienes todavía dicen estar con el proceso de cambio y su conductor.
Otra con eco en el New York Times y en todos los medios conservadores que han informado sobre la actual coyuntura venezolana, sostiene que el centro de la propuesta es el deseo de Chávez de atornillarse en el poder. En este sentido algunos, como el gobernador del Zulia, Manuel Rosales, han dicho explícitamente que el presidente espera hacerse vitalicio. Y esto, a esta altura, no puede considerársele una torpeza sino una forma de desviar la discusión. Está claro que el primer gobernante ha propuesto la reelección continua, pero está explícito en la norma constitucional que, en fin de cuentas, la decisión que se tomará cada siete años, permanece en manos del pueblo soberano que puede o no darle el respaldo necesario.
Esta posición de llamar la atención hacia reelección continua, según mucha gente, espera descalificar el fondo y amplitud de lo propuesto. Además, busca evitar que el sector popular y democrático que aún adversa lo que el presidente encarna, se entere del contenido de lo que se está debatiendo. Uno observa, no sin dificultad, por el trabajo que hacen algunos periodistas, como gente del pueblo, que está en la oposición, desconoce el contenido de lo propuesto y repite lo que la clase dirigente opositora ha puesto a rodar.
Hay en la oposición quienes parecieran intentar enmendar el error cometido cuando se abstuvieron de participar en las elecciones parlamentarias. Eso se desprende del planteamiento que sostiene que las propuestas presidenciales implican una reforma estructural y muy profunda que requiere una Asamblea Constituyente.
Hay en el sector oficial quienes piensan que esta discusión debe llevarse a lo más recóndito, pero sin refocilamiento. Es decir, todo el mundo debe entrar en el debate para que nadie quede sin conocer lo que se está proponiendo, pero con la mayor prontitud posible para aprovechar la fuerza y sentido de los vientos. Sostienen que esta es la mejor ventaja de quienes apoyan al presidente Chávez y lo que no quiere gran parte de la oposición, sobre todo la de quienes en este sector, asumen las posiciones más radicales.
En este sentido, es bueno destacar la existencia de una tendencia oposicionista interesada en centrar el debate en torno a atisbos de corrupción que, según el ámbito oficial, nada tienen que ver con el presidente Chávez y menos con el proceso revolucionario. Ya hemos leído a algunos opositores sostener que el debate hay centrarlo en cosas como la maleta que llegó a Argentina.
También sostienen los partidarios de Chávez, que activos están quienes quieren repetir los sucesos de abril del 2002 y acceder al poder por la vía de la violencia, el golpe militar y hasta la invasión extranjera. En este sentido, el diario VEA, denuncia como “Han pretendido introducir panfletos anónimos en los cuarteles para crear confusión sobre las propuestas de reforma.”
Hay tres cosas sobre las cuales, de acuerdo con los partidarios de las reformas propuestas por el gobierno, hay que poner énfasis al momento de dar el debate, sobre todo de cara ante el pueblo. Lo primero es lo relativo a la propiedad. La proposición constitucional dentro del artículo 115, procura democratizar la propiedad sobre todo porque crea formas que permiten a los más débiles tener acceso a ella; no sólo sobre objetos de consumo y uso, sino sobre medios de producción, como las colectiva y mixta que abren posibilidades al pueblo y a los empresarios mismos que pueden combinarse con otros sectores para robustecer el aparato productivo. Pero en nada niega el derecho a la propiedad privada, individual, grupal o familiar, pues como se sabe, en el mismo articulo que hemos mencionado, esto está garantizado.
Destacarán como se proponen distintas formas de participación popular y se generan estructuras para que el pueblo asuma responsabilidades en la conducción y administración de sus asuntos. Demostrarán que es un infundio el intento de concentrar el poder; pues justamente se ansía lo contrario, darle al pueblo un poder que nunca antes tuvo. Destacar la falsedad del argumento que se asesinará la descentralización. Es falso que la única forma de descentralizar posible, sea aquella de carácter neoliberal, que diseñó el organismo cuartarepublicano conocido como la COPRE, que la concibió sólo para transferir responsabilidades y funciones hasta ciertos niveles medios como Alcaldes y Gobernadores. Esta vez se intenta llegar más lejos y con mayor intencionalidad democrática, pues la toma de decisiones se acerca a la gente que encara y sufre los problemas.
Por último, debatirán acerca de medidas que inciden directamente en la vida económica del país y, que sobre todo, están destinadas a favorecer a los excluidos. En este sentido, destacarán la reforma del artículo 307, que “prohíbe el latifundio por ser contrario al interés social”. Y recordar como el artículo vigente apenas lo declara como “contrario al interés social”. Y la creación del fondo de pensiones y jubilaciones para proteger la vejez e incapacidad de quienes trabajan por cuenta propia. Y cómo, dentro de esta intención, se contempla la protección del trabajador cuando enferme, por razones de parto u otra circunstancia justificada. Y por último, la disminución de la jornada laboral que, no sólo abrirá nuevas fuentes de empleo, sino que dará oportunidad para el estudio, recreo y hasta mejor atención al grupo familiar.
Los defensores de la construcción del “Socialismo del Siglo XXI”, evitarán que la oposición, con todos sus matices, les saque del centro de las discusiones.

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